Intolerancia a la lactosa
Hoy te cuento un poco sobre mi experiencia personal con las intolerancias...
Las intolerancias alimentarias están a la orden del día y hasta que no las experimentas por ti mismo o en un caso cercano, no sabes todo lo que puede cambiar la vida sobre todo en cuanto a hábitos alimenticios y costumbres.
En mi caso, un día la intolerancia a la lactosa apareció por casualidad con poco más de 30 años. Se queda a hacerte compañía y no te queda más remedio que asumirlo o seguir sufriendo todos los síntomas que su consumo puede tener en tu cuerpo.
Actualmente, esta condición ha cambiado mis hábitos alimenticios al 100% y también muchas situaciones habituales de mi vida cotidiana como, por ejemplo, hacer la compra. Necesito mirar ingrediente a ingrediente la etiqueta del alimento en sí para ver si contiene lactosa o trazas de leche. Sí, revisar las etiquetas, eso que yo nunca hacía antes...
Además, salir a desayunar, comer o cenar puede ser toda una odisea. Es necesario analizar bien la carta para ver qué alérgenos lleva cada plato y ver cuál se adapta totalmente a tus necesidades. Y también, avisar para evitar así la contaminación cruzada tanto al restaurante como a las personas con las que compartes mesa.
Y ya de las reuniones familiares ni hablamos porque a veces se piensa que un poquito de esto o un poquito de aquello no va a hacer daño si lo has comido siempre. Pero sí, puede hacer daño ya que tu cuerpo no lo digiere bien y puede acabar arruinándote la velada.
La realidad es que la mayoría de los alimentos o medicamentos contienen lactosa por muy raro que parezca, aunque la leche no sea un ingrediente de estos. Por ejemplo, el jamón, los frutos secos o un Ibuprofeno puede que contenga lactosa o trazas. Eso dificulta que puedas tomarlo y sobre todo que tengas una buena digestión. Así que lo mejor es buscar alternativas sin lactosa o ante la duda, evitarlo.
En fin, un mundo increíble detrás de las intolerancias que desconocemos hasta las sufrimos o decidimos investigar un poco por nuestra cuenta.
Por eso mismo y desde mi experiencia personal, considero que es realmente importante ayudar sobre todo a niños y niñas además de adultos, en caso de emergencia. Evitar pasar un mal rato sin necesidad se puede con prevención y un aviso médico visible en la muñeca a modo de pulsera o con un cordón en el cuello.
Estos colgantes realizados en plata de ley serán muy útiles con un aviso sobre sus enfermedades, alergias o intolerancias. Están diseñados con mensajes con las afecciones más comunes en estos colgantes como alérgico o alérgica a las avispas, al huevo, a los frutos secos, a la penicilina o intolerante a la lactosa. Pero también encontrarás otros como soy diabético o soy celiaco.
Si no hemos incluido tu afección, estaremos encantados de que nos lo comentes y podamos personalizar un colgante para tu enfermedad, alergia o intolerancia.
No dejes que una piedra en el camino te impida avanzar. ¡Ánimo!
Por cierto, os dejo unos blogs y páginas muy interesantes si tienes algún tipo de intolerancia o alergia alimentaria. Encontrarás recetas, productos, consejos y mucho más. Os dejo aquí los enlaces:
https://kaikusinlactosa.com/blog/
https://sinlactosafree.com/
https://www.recetassinlactosa.com/
https://www.losblogsdemaria.com/p/blog-page.html
http://atx-web.org/
Un abrazo y gracias por leerme,
Carmen
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